En este blog se encuentra una breve recensión de algunos de los libros publicados por el escritor fenicio (Ibiza, 1952) Mariano Planells.
No todos sus libros publicados tratan de Ibiza, pero en su mayor parte, este cartaginés de secano ha reconstruido el universo púnico (phoenicio, cartaginés, púnico) que, cual Ave Fénix (o Ave Fenicia) ha terminado por aflorar, a pesar de las reticencias y oposición de los estériles y rancios nacionalismos.
Se reproduce el texto incluido en Mariano Digital.
Salud fenicia, pervivencia del arte, transversalidad de la buena leche y que los dioses nos asistan o que al menos nos sean propicios.
Mi amigo Elmyr era menos contemplativo cuando hizo suyo el viejo lema de la Orden de la Jarretera inglesa: Honny soit qui mal y pense!
Sobre el fenicio
Mariano Planells es un escritor fenicio nacido en la Ibiza rural de los años Cincuenta. Es autor de decenas de libros (Ver Bibliografía) y de miles de artículos en la prensa española y europea (ver Notas de un fenicio)
En noviembre del 2005 descubrió Internet y abrió un blog. Lo lleva a modo de agenda y como guía de lecturas y de reflexiones. En broma acabó llamándose Mariano Digital, hoy reconvertido en MD
Cultura, política, España, Europa, el Mediterráneo (ver Mediterráneo), Ibiza (Ver Ibiza), humor, viajes, artes, antropología y cualquier aspecto de la vida que incite a la reflexión y al debate. Este blog puede parecerlo pero no es una chiripa ni es un buñuelo de viento, lo cual explica que el blogger no viva estrictamente del aire.
Aparecen cientos de firmas dispares (ver Blogoteca) en otro blog de pensamiento: el cerebro no dimite.
En una anterior vida en Ibiza, fue viajero, editor, periodista desde 1972, pero se acogió a la amnistía cósmica del Efecto-2000 y salió al mundo exterior como penitente atento.
Así, en pleno verano del año 2000, rodeado de celtas embarazadas en San Andrés de Teixido (Galicia), renació como el Ave Fenicia (Fénix) y desde entonces vive la vida a su aire y trabaja poco. Mucha gente casi que lo agradece.
Cumplí así la culminación de un viaje estéril en el que mi nave se desvencijaba dando vueltas sobre sí misma. Yo sabía por mis anteriores correrías en la mar que el Santo Grial puede percibirse en un estado de latencia y, probablemente con la ayuda del vino albariño. De modo que me puse el sayal de penitente y abrí la vereda iniciática que cada persona puede recorrer, pero sólo una vez en su vida.
Y por si acaso, recordé la sentencia popular que hace referencia a San Andrés de Teixido: vai de morto quen non foi de vivo (va de muerto el que no fue de vivo).
Y aquí estamos, lo que no me explico cómo.
Bienvenidos al blog.